En 2015, Colombia fue testigo del nacimiento de una iniciativa sin precedentes: el Concurso Innóvate, un proyecto fruto del trabajo articulado entre Ecopetrol S.A. y la Corporación Red de Instituciones de Educación, Investigación y Desarrollo del Oriente Colombiano – UNIRED®️. Innóvate fue una revolución en el mundo de la innovación y la tecnología, con el objetivo claro de unir el potencial creativo de los colombianos con los desafíos prácticos de la industria energética. Innóvate se convirtió en un faro de esperanza, mostrando cómo la colaboración puede llevar a resultados extraordinarios.

Durante ocho años, Innóvate se destacó como un catalizador de ideas y soluciones. No se trataba solo de proponer teorías, sino de transformarlas en realidades tangibles. Los participantes, provenientes de diferentes regiones de Colombia, no solo enfrentaron desafíos teóricos, sino que también se sumergieron en el mundo real de la industria energética.

Los Desafíos y las Soluciones:
Los treinta y tres desafíos presentados por Innóvate abarcaban diversas categorías, como robotización, transición energética, descarbonización y economía circular, entre otras. Cada reto constituía una invitación a pensar de manera innovadora y a cuestionar el status quo. Los participantes no solo aceptaron estos desafíos, sino que los superaron con propuestas que trascendieron lo convencional; surgieron prototipos revolucionarios, abriendo nuevas perspectivas para el desarrollo sostenible y la eficiencia energética.

Innóvate, además de dejar huella en términos de innovación, también transformó vidas. Los talentosos emprendedores y empresarios que participaron en este concurso se convirtieron en líderes de cambio, llevando sus conocimientos y experiencias a sus comunidades, empresas y sectores. Las alianzas formadas abrieron nuevas oportunidades de colaboración, creando un ecosistema más fuerte y resiliente para enfrentar los desafíos del futuro.

Cada proyecto presentado en Innóvate es una historia de éxito, desde iniciativas que promovieron el uso de energías renovables hasta proyectos que impulsaron el ecoturismo y la conservación ambiental. Estos proyectos no solo fueron reconocidos a nivel regional, sino que también ganaron reconocimiento nacional e internacional, poniendo a Colombia en el mapa mundial de la innovación.

Este concurso de innovación abierta ha concluido su ciclo, pero su legado perdura. Las lecciones aprendidas, las alianzas forjadas y las innovaciones alcanzadas siguen inspirando a nuevas generaciones de innovadores. Ha demostrado que la colaboración entre la academia y la industria no solo es deseable, sino esencial para el progreso. Su historia es un recordatorio poderoso de todo lo que podemos lograr cuando trabajamos en red hacia un mismo objetivo.